En situaciones como ésta empiezo a valorar todavía más tener un diario. Me permite revisar las cosas que pensaba (o escribía que pensaba), me pasaban (o decía que me pasaban) o sentía (o creo que parecía que sentía).
Así habían sido mis dos últimos 14-F (dicho así suena casi a golpe de estado).
http://donmingo2005-2006.blogspot.com/2005/02/saint-ballantines-patrn-de-los.html#links
http://donmingo2005-2006.blogspot.com/2006/02/14022006-tan-igual-tan-diferente.html#links
El de este año pues ... ahí está. El trabajo, ciertamente similar a como estaba el año pasado y es que otra vez nos están lloviendo palos. Aparte, me han empujado en la cafetería cuando llevaba un vaso de agua casi ardiendo para una infusión y me he quemado un poco (pero sólo un poquito) la mano. Por cierto, la pasta de dientes en la quemadura, aunque a mí no me ha ido mal, parece que sólo valdría en quemaduras tan leves como las mías. Si es algo más seria, mejor no echar nada, mucha agua fría, eso sí, para enfriar los tejidos y que no se siga extendiendo y por último el médico ya recetará alguna pomada con bactericida. El mejunje pasta de dientes/tejido muerto puede ser un buen caldo de cultivo para las infecciones.
En cuanto al resto, ¡¡¡Feliz San Valentín!!! para aquéllos que hayan podido, y Feliz visita número 3000 al blog para mí mismo :-D.
Un saludo, Domingo.
P.D. Lo de no decir nada de San Valentín, no es por nada, es simplemente para tener algo más que comentar el año que viene ;-).
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3 comentarios:
Que lo de la mano sea leve y pase rápido.
Saludos, Lucía
Ay! Domingo, me sorprende la falta de propiedad que manifiestas en esta entrada.... yo, que estaba presente en el incidente de la quemadura, y lo vi todo, puedo asegurar que en ningún caso te empujaron a ti, sino mas bien que tu "rebotastes"... y que de ahñi vino el desequilibrio que terminó en tu mano herida....
Las cosas hay que decirlas como son, que después siempre te puede venir alguien diciendo que no se sabe "toda la verdad"
Un beso
Gracias Lucía. Lo de la mano no fue nada.
En cuanto a ti Giovanni, siempre recordaré con amargura ... bueno, siempre no, hasta que el Alzheimer nos separe; pero hasta que el Alzheimer nos separe recordaré con amargura cómo te partiste de risa en vez de salir en mi defensa cuando las dos me rodearon, acosaron y empujaron, rebotándome de un lado a otro hasta que el agua helada que contenía el vaso entró en ebullición y salió a borbotones en dirección a mi mano.
Claro que ahora que lo pienso y tú tampoco les hubieras durando ni medio asalto :-P.
Un saludo, Domingo.
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