domingo, marzo 25, 2007

Más de fútbol

Una mini-entrada rápida para comentar:

  • He vuelto a ir a ver al Málaga. Hoy además ha ganado 1-0 y jugando bastante bien ante un Xerez que no ha demostrado con juego u ocasiones su posición en la tabla. La semana que viene, el equipo de mi región (que no de mis amores, lo de los amores sería para hablarlo en otra ocasión y en otro foro :-P) rendirá visita al líder destacado, el Valladolid.

  • Se trata además de la primera vez que veo ganar al Málaga. Como niño lo vi empatar, como adolescente perder y ahora en dos semanas, otro empate y esta importante victoria.

  • Es increíble la cantidad de energúmenos que va al fútbol. Y no sólo por los cánticos ofensivos o porque tengan que reiterar no menos de 5 ó 6 veces por megafonía que no se deben tirar cosas al terreno de juego (ni a nadie, añadiría yo, sobre los sitios por ahora no diré nada con el fin de que el cafre pueda seguir siéndolo). Es increíble también que después de haber ganado se pongan a insultar a la afición rival y a tirarles piedrecitas desde fuera del campo. Los seres humanos somos simplemente increíbles.

  • Y es también destacar cómo el enmascaramiento dentro de la masa hace surgir en nosotros comportamientos antideportivos, cuando no anticívicos. Más increíble cuando los que protagonizan estos actos son personas que hicieron la mili hace muchos, muchos años.

  • Y por último, los árbitros tienen el cielo ganado. Intentar arbitrar entre jugadores que simulan, fingen, actúan y un público que los comprende, reprocha o secunda, francamente, tiene mérito. Eso sí, tengo que hacer una pequeña apreciación y es que el cielo que tienen ganado es "El cielo de los árbitros", claro está. Porque algunos, malos, son con ganas y por tanto,es imposible que vayan al cielo ;-).
Un saludo, Domingo.

Flechazos ¿sí o no?

Dicen que no hay que buscar, que precisamente se encuentra cuando no se busca. Pero a pesar de que lo dice todo el mundo, yo estaba empeñado en seguir buscando; quizás porque al igual que a Platón, la democracia a secas me da algo de miedo. Sin embargo, también es cierto que también hay algo de sabiduría popular y la sabiduría popular no se llama así sólo por ser popular. Por ese motivo decidí (tanto de motu propio como por esos bienintencionados consejos, que lo mejor sería tomárselo con algo más de calma. Y de repente, casi como por ensalmo, hete aquí que llega la sabiduría popular a arrearte con toda su contundencia.

En este momento es también cuando te dices ... no puede ser, si yo ya conocía a esta persona y ... como que no. Es más, es que ésta no es la persona que yo conocía, a ésta me la han cambiado ¿pues no parece ahora que se aproxima de forma tangencial a mi media naranja?. Y es una situación rara que otros quizás ya hayan experimentado. Recuerdo un compañero de trabajo al que un verano unió junto a una amiga de toda la vida y que ahora van a tener un bebé; en aquel momento me decía él que simplemente ese verano había saltado la chispa. Y también recuerdo a dos amigos que empezaron así y que espero que así sigan pues hace tiempo que no hablo con ellos.

Comentaba también hace poco los detalles que suelen rodear estas situaciones para llegar a la conclusión de que es casi lo que comúnmente denominaríamos "un flechazo". Cierto es que necesitas más de 5 minutos, o los no sé cuántos segundos en que en teoría Romero y Julieta quedaron prendados mutuamente. Sin embargo, me parece que es la expresión más afortunada para este caso.

Y es que el flechazo tradicional yo creo que existe. Es algo tan sencillo como que en un mundo donde hay miles de millones de parejas, alguna tuvo que haber que se gustaran desde un primer momento, lo tuvieran todo clarísimo y encima coman perdices. Sin embargo, mi único asidero para creer que exista es la mera y fría estadística, no puedo agarrarme a la experiencia propia, ni por el momento ajena. Sin embargo, lo de la chispa entre antiguos amigos/conocidos es algo que si bien suponía por mera y fría estadística, ahora estoy experimentando de forma ni tan mera ni tan fría :-P.

Me preguntaba también hace poco por qué motivo podía saltar algo así de forma tan repentina si hasta ese momento nada hacía presagiarlo. Y la respuesta tenía que ser un tanto difusa, como no puede ser de otra forma. Esa respuesta incluía elementos como que quizás las dos partes han evolucionado y sin saberlo, lo que ahora quieren es lo que la otra persona siempre ha sido. O quizás tenga que ver con que todos, quien más, quien menos tiene su pequeña mascarita y se guarda la verdadera faz para alguien que no pueda hacerle daño. O quizás realmente no se conocía a la otra persona pues las circunstancias no habían sido las más propicias. ¿Quién sabe?. Quizás una mezcla de todas.

Un saludo, Domingo.
P.D. A quien corresponda. Ahora mismo no tengo muy claro qué es lo que es un flechazo, qué que salte la chispa o qué que simplemente alguien te guste. Puede haber barreras y límites difuminados, sobre todo al principio. En cambio, sí que tengo claras otras cosas, pero éstas tú ya las sabes y mientras sea posible, me encargaré de que no las olvides. Y por último, también tengo algo claro y es que cuando el otro día me preguntabas algo así como ... "¿Y esto qué, también lo vas a poner en el blog?" y yo respondía algo así como "No, en el blog va otro tipo de cosas, todas sobre mí y nada o muy poquito sobre terceras personas, pues bien, cuando te dije eso, te mentí a medias. Bueno, quizás no a medias pero sí un poquito; no en vano, algo he puesto sin poner nada o casi nada. Gracias por ser así conmigo.

sábado, marzo 17, 2007

¿Tor mundo e güeno?

Hace poco hablando con una chica, quedó patente que teníamos diferente concepto de la humanidad. En estos casos nunca recuerdo quién era el que pensaba que el ser humano era bueno y la sociedad lo corrompía y quién decía lo contrario, que el hombre era (o es) un lobo para el hombre. Sólo resuena en mi cabeza el nombre de Rousseau como uno de ellos

En esos casos, también invariablemente busco y me encuentro que ambos personajes son efectivamente Rousseau y Hobbes. Y ya voy mejorando pues al menos Hobbes ya me va sonando a base de buscar lo de Rousseau :-).
http://www.wikilearning.com/juan_jacobo_rousseau_1713_1788-wkccp-12412-48.htm

La verdad es que lo pienso y creo que ninguno de los dos tiene razón. El ser humano es demasiado complicado como para pensar que el mero hecho de vivir o no en sociedad pueda cambiarlos drásticamente. Yo creo que hay gente buena y gente mala, quizás es sólo cuestión de un trocito de adenina, de timina de guanina o de citosina mal puesto, pero creo que hay de todo. Y la sociedad lo único que hace según los casos es potenciar al bueno ... o al malo. E incluso si nos vemos todos como potencialmente buenos o potencialmente malos, la sociedad lo único que haría sería incrementar o decrementar ambos potenciales, dependiendo de las circunstancias de cada uno. Eso creo que era también de esa "pareja de amigos" que formaban Ortega y Gasset. Y por contra, si no viviéramos en sociedad, pues seguro que las circunstancias de cada uno (y de esa forma de vida), llevaría igualmente a incrementar o decrementar esos potenciales originales, y por supuesto, en ambos casos, a permitir ponerlos en práctica o no.

Y todo esto ¿por qué?. Pues porque esta mañana hemos ido a jugar y al entrar en el campo me han dicho ... "Dominn ... ¡¡¡que nos han tangado las porterías!!!". Y en ese preciso momento no he podido sino darles la razón porque allí donde solían haber dos porterías, hoy no había ninguna. Hemos empezado la ronda de especulaciones y había dos posibilidades con mayor probabilidad que las demás, a saber:
  1. Las habían robado, habían entrado en el centro de acogida, propiedad de la diputación, que es donde jugamos y con alguna furgoneta o algún camión se las habían llevado.
  2. Alguien de diputación las había visto, pensó que no se usaban y había pedido el traslado a otras dependencias.
Había también una tercera opción que era que hubieran sido trasladadas al taller ocupacional donde un nuevo grupo acababa de empezar sus prácticas. Sin embargo, esta opción tenía menos peso puesto que, por un lado, no las veíamos dentro en el trozo de taller que quedaba visible, por otro sólo una portería estaba dañada y para arreglarlas como que no se iban a llevar también la que estaba bien.

Hemos dado una vuelta por allí para ver si las veíamos y no hemos visto nada hasta que alguien se percató de unos troncos apoyados contra un muro que resultaban ciertamente sospechosos. A mí la verdad es que se me hacía extraño que las fueran a sacar por allí porque aparentemente era una zona "agreste". Por otro lado, unos agujeros en el muro permitieron comprobar que yo estaba totalmente equivocado y que por allí era por donde las habían sacado. Unos troncos por un lado, y un palé por el otro, era lo que habían usado para encaramarse al muro de más de dos metros, diría yo.

Pues bien, allí en ese terruño, repleto de maleza y cercado completamente por muros de difícil acceso, se encontraban las porterías. Aparentemente habían intentado llevárselas por allí pero no lo habían conseguido, dejándolas semi-ocultas para ir posteriormente con más medios. Sin embargo, para sacarlas de allí tenían que repetir la operación con otro muro que los separaba de un colegio, o bien por otro muro que los llevaba a otro terreno de la diputación, demasiado trabajo sólo para un par de porterías. De hecho, a mí me resultaba raro que hubieran intentado robarlas porque llevarse unas porterías de cualquier campo público tiene que ser mucho más fácil. Bastaría con llevar una llave adecuada, quitar cuatro tornillos y salir pitando con las porterías en el vehículo en cuestión. Y no haría falta el escalo ni el maltrato a lo que estás robando. Aparte de que una de las porterías tenía un barrote roto ... en fin, todo muy extraño.

Bueno, aquí ha llegado el momento embarazoso de la mañana cuando he comprobado con mis propios ojos como un hombre de 66 años que creo que tiene ya, subía, trepaba mejor dicho al muro, saltaba para abajo, ayudaba a los otros dos que habían bajado allí (uno de ellos hijo suyo) y entre los tres subían de nuevo las porterías para que los escasos de agilidad las cogiéramos por este lado. Pepe es una máquina (también un máquina), todavía recuerdo aquella vez que me arreó un empujón (eso que otra gente llama carga legal) y me mandó casi a las vallas. Y eso que entonces pesaba yo casi 100 kilos. Ya se lo he dicho alguna vez, no quiero tener su forma física con su edad, yo quiero tener su forma física ahora. Se lo empecé a decir hará 8 años cuando lo conocí y 8 años después sigo opinando lo mismo. Lo único positivo es que al menos mi forma física sí que ha mejorado.

Pero volviendo al tema que me ocupa, resulta que hablando con el conserje, nos ha comentado que a veces algunos niñatos, hijos de ... del cuerpo de la guardia civil por el que por otro lado siento mucho respeto pues no en vano un amigo mío es precisamente hijo del cuerpo, saltan la valla y se cuelan allí a jugar y cuando les reprenden, pues como es natural, se enfadan. Y no descartaba este caballero sindicalista, el señor conserje, que hubieran sido algunos de estos malandrines los que hubieran saltado la valla y hubieran hecho la gracia.

La verdad es que es algo que tiene sentido. Un día llegan, les echan la bronca, les dicen que no pueden jugar y ellos dicen ... Ah, ¿sí?. Pues ahora tampoco vais a poder jugar vosotros. Aunque realmente quedan cabos sueltos, las porterías estaban semi-ocultas como para detectar su detección desde otro lado, no desde dentro donde empezarían a buscarlas y casi que con el trabajo que se tomaron, por un poquito más las desarman allí mismo.

Así que no se sabe muy bien, y aunque aparentemente ha sido joder por joder, lo mismo ha sido de verdad un intento de robo por alguien que no planeaba demasiado las cosas y las veía más fáciles desde fuera. En cualquier caso, ¿Tor mundo e güeno?. Va a ser que no.

Un saludo, Domingo.

viernes, marzo 16, 2007

Fin de semana 3/3

Bueno, casi que se me ha juntado un fin de semana con el otro, pero ¿qué le vamos a hacer?. Procedamos pues a dejar constancia del final del fin de semana, valga la redundancia. Aunque a decir verdad, el final del fin de semana ya se había producido. Ya lo decían los diccionarios cuando yo era pequeño, el domingo era el primer día de la semana. Cuadraba con eso de que el día sagrado judío era el Sabbath, el séptimo y último día en el que un desconocido Dios, más conocido entonces como Yahveh descansó después de haber creado algo que dicen se parece a un mundo.

Pero en algún momento entre hoy y hace 30 años (casi 20 me aventuraría a decir), el diccionario cambió y cambió hasta poner algo así:

domingo1.

(Del lat. dominĭcus [dies,], [día] del Señor).

1. m. Séptimo día de la semana, primero de la semana litúrgica.


Momento en el cual nos dimos cuenta de que el divorcio con el sistema inglés no se limita sólo a las unidades de medida o a por dónde se conduce, también al calendario pues ellos ponen el domingo como primer día de la semana también.

Pero bueno, en lo que a mi fin de semana respecta, el lunes fue el último día del fin de semana. Aproveché para levantarme tarde e ir al piso. Por el camino compré unas cosillas en el Carrefour tales como un quita-arañazos para el coche ya que algún alma caritativa me lo ha dejado que parece una cebra con tanta raya, unos limpia que todavía no he colocado y alguna cosilla más. Por cierto, la cremita para los arañazos, muy bien para esos arañazos superficiales o incluso para limpiar y que los arañazos que tiene parezcan más pequeños pero desde luego no eran ese producto mágico que yo no esperaba pero con el que sí soñaba. El coche me tendrá que durar todavía muchos años así que por ahora no me voy a preocupar de los arañazos.

Y vamos al grano. Llegué a mi casa, comí ... de los tupperware, sí, de los tupperware que me había llevado. Iluso de mí pensaba que sólo me llevaba algo para acompañar a lo que yo me haría allí. Hasta que vi la cantidad, claro. Si es que uno va camino de ser tupperware-dependiente que decía un amigo mío. La próxima vez me parece que diré que no, que ya me haré algo ... y así además cuido la línea ;-).

Tras la comida, estuve un rato haciendo algo, creo que conectado a internet con mi conexión "prestada" que de vez en cuando está accesible. Y después de eso, me cambié, me puse un bañador, una sudadera, unas zapatillas de deportes viejas y me dirijo a la playa. Llegué a la playa y vi que una de las calles paralelas al paseo marítimo están cambiando todo el suelo por unas losas así con el típico aspecto de mármol y formando un dibujo bastante bonito (a mi juicio). Creo que cuando llegue el verano eso estará precioso y dará gusto pasear por allí. Sin embargo, yo no había ido a pasear, ni siquiera a ver a las italianas que por allí pasaban en su camino ... a algún lado. Se ve que eran de un instituto de vacaciones por aquí.

Bueno, y llegué a la playa. Me deshice de las zapatillas (los tenis en malagueño) y de la sudadera y procedí a meterme en el agua. A escasos 30 metros de donde yo me encontraba, otro grupo de estudiantes con mayoría de componentes femeninas se bañaba. Y la verdad es que el nivel medio podríamos decir que estaba muy bien y que alegraban la vista. Yo decidí meterme en el agua y por supuesto con el resultado esperado. El agua estaba bastante fría. De hecho, tampoco es que el agua estuviera congelada de inicio, pero sí que se producía el ya conocido proceso de cierre general de las venas de las piernas que se negaban a perder calor así como así. Esa actitud tan hostil para con el agua provoca que uno sienta dolor y que tenga que salirse de nuevo para coger aliento. Dos o tres veces tuve que salirme autoexcusándome en que en realidad es malo meterse de golpe y que lo correcto es hacerlo así.

Eventualmente pude meterme hasta la cintura y entonces fue curioso ver primero cómo los ... reaccionaron de forma parecida a las piernas, aunque menos dolorosa y durante menos tiempo. En ese momento, pude meter las muñecas en el agua y aunque el frío seguía siendo considerable, sabía que en cuanto las muñecas (las mías no las que iban en bikini) se acotumbraran, el resto del cuerpo lo haría. Así fue y una vez metido por completo, llegó la ya casi olvidada sensación de placer y frescor. ¡¡¡Desde el 1 de Noviembre nada menos !!!.

Allí me estuve un rato, contemplando el cielo, contemplando las olas a ras de ... agua y pensando en que a pesar de todo, esa ondulación natural era mucho mejor que las típicas que se obtienen por ordenador, aunque fuera aquélla que hizo una empresa de software española para los efectos especiales de las Grietas del Destino en "El Señor de los Anillos, El Retorno del Rey".

Y tras un relajante baño, procedí a salir del agua sopesando si ayudar a dos chicas que andaban haciéndose fotos la una a la otra por si querían una foto con las dos juntas. ¿Quién va a negarse a tan galante proposición?. A todo esto, ya había identificado el idioma y el acento como inglés americano por lo que el idioma ni siquiera sería un problema, al contrario que si hubieran sido italianas jejeje. Al final me contuve y no propuse nada. Recogí mis cosas, me lavé la arena de los pies y me dirigí de vuelta a casa. Por el camino pasé al lado de un grupito de tres o cuatro guiris y aproveché para saludarlas (dos de ellas estaban practicando su escaso español). Resultó ser que eran canadienses en vez de americanas. De hecho cuando les confesé mi confusión, un poco más y se me escandalizan. ¿Cómo es posible?, me vinieron a decir jejeje.

Charlé con ellas un par de minutos, seguro de que entendieron mi acento casi tan bien como las personas que conocí en Chicago, esto es, nada de nada. No sé pero debo tener un acento muy británico porque los ingleses más o menos sí se enteran bien cuando yo hablo, pero los americanos ni pillan ni papa que diría aquel. Tras esta breve e inofensiva charla, me dirigí a mi casa donde conecté el calentador, me duché, perreé un rato, recogí todo y por último, volví a la casa paterna a cenar y dormir.

¿El fin de semana?, pues al menos muy interesante a la par que ocupado. Veremos a ver qué tal se presenta éste pero por lo pronto este viernes ha sido mucho más tranquilo, en lo personal, en el trabajo ha sido ... mejorable. Y es que estos franceses .... casi que se le quitan a uno las ganas de aprender francés :-P. Pero bueno, mi francés escrito mejora y el hablado más o menos también, así que si este año voy a Bruselas, me costará mucho trabajo y tendré que acudir al inglés pero alguna que otra cosa creo que sí podré decir en francés.

Bueno, pues creo que esto es todo. Ahora iré a ver si leo un rato que hace tiempo que no lo hago, y mañana a ver cuánta gente se presenta en el campo de fútbol. Mucho menos de la necesaria, seguro. Pero ... ¿qué le vamos a hacer?.

Un saludo, Domingo.

martes, marzo 13, 2007

Fin de semana 2/3

Y llegó el sábado, un sábado relativamente normal de no ser porque al partido de fútbol fuimos 4 gatos (bien contados) y es que los sábados somos cada vez menos. Pensar que hemos llegado a ser 17 en ese campo y que esta semana pasada no estábamos ni la cuarta parte (nos faltaban 0,25 para llegar a la cuarta parte). Pero bueno, c'est la vie. Esperemos que al final empiece a volver la gente porque si no ... mal vamos.

La tarde estuvo algo mejor, gané en Hattrick y conocí mi rival de promoción, un equipo que juega a la contra. Creo que debería ganar pero bueno, ya veremos. Luego salí a dar una vuelta con una amiga y me recogí tempranito. El sábado en sí no tiene nada que me hiciera pensar ... "ummm, esto para el blog", en cambio el domingo sí.

El domingo también empezó con el fútbol, ... un par de horitas de fútbol. Por cierto, tengo que devolver las redes al dueño que se fue antes de tiempo.

Por la tarde ... más fútbol. Me invitaron a ir a ver al Málaga y allí fui. Estuvimos en un mini-palquito muy majo, con mucha corriente cuando abrían la puerta pero donde se podía ver el campo de escándalo. Hacía más de 15 años que yo no veía fútbol en directo, mejor dicho, fútbol en directo en la Rosaleda :-).

Las otras dos veces que fui, no fueron demasiado afortunadas para el Málaga que empató una y perdió otra por la mínima. Ésta era hasta entonces la última vez que había ido al estadio y sólo recuerdo los altavoces colgando en medio del campo y el balón que sacaba el portero del Español (creo que era el Español) dando en los altavoces. Aquel portero es que le daba fuerte porque los de este domingo pasaban con dificultad el centro del campo jejeje.

Bueno, allí, entre otras curiosidades como que una linier fuera ... una linier, rubita y aparentemente de muy buen ver (que a saber lo que tendría que escuchar), como que sacaron un par de pacartas, una de ella enorme con un "Málaga Emerge" y en medio la imagen de un pozo y que una de las "firmas" anunciantes fuera el prostíbulo más conocido de Málaga ( me quedé estupefacto ), entre otras cosas, el partido acabó cero a cero. Un tiro al palo, una falta bien colocada pero muy flojita, un gol anulado por llevarse el balón con la mano y en medio de todo, un montón de gente pitando al árbitro.

Cierto es que el árbitro y sus asistentes me dieron la sensación de no ser demasiado buenos y que se les escapaban bastante cosas, pero también es cierto que cuando veías los patadones que le pegaban al balón los jugadores pensabas que tú casi, casi ... podrías jugar en segunda. Pero evidentemente ni el árbitro ni los asistentes fueron objeto de mi reflexión, lo el público, ese mismo que pita al árbitro a pesar de que lo haya hecho bien, que le llama de todo y que justifica los embites de Sánchez Dragó cuando se mete con el fútbol. Pero claro, la gente es la gente, ¿qué podíamos esperar?. Yo en cambio estaba mucho más intrigado por la gente que como mis amigos yo yo estábamos "disfrutando" de un espectáculo paralelo al del fútbol que no es otro sino el de ver a todas estas personas mientras piensas ... "hay que ver cómo son, yo en cambio no soy así".

Por cierto que ya se encargó de recordármelo una llamada telefónica que recibí con un contenido tal que así:

"¿Dónde estás?"
"En el fútbol"
"¿En el fútbol?, y ¿qué hace un tío como tú en el fútbol?"
"Pues aquí que estoy con unos amigos."
"Bueno, pues mira, una pregunta que te quería hacer, ¿tú sabes cómo van los puertos seguros?"

Pero por lo demás, la tarde fue muy agradable y no me importaría repetir algún día. Y en eso que llegó la noche. Por la noche resulta que me llamaron para ir a cenar/tapear con unos amigos de Bruselas que estaban por aquí de fugaz paso (a la vez que comunicaban sus planes de boda para el año próximo). Así que me volví a vestir y tiré para allí. Tapeamos en un sitio que no conocía (eso no es novedad) y nos sirvió una chica sudamericana guapísima, pero eso es otra historia :-).

Sobre las 2 de la mañana llegué a mi casa destrozado por los partidos, las caminatas y demás emociones del día.

Un saludo, Domingo.
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lunes, marzo 12, 2007

Fin de semana 1/3

Éste ha sido un fin de semana largo durante el cual he estado tentado de escribir en el blog más de una y más de dos veces. Sin embargo, unas veces por unas cosas y otras por otras, no lo he hecho. Así que se me ha acumulado el trabajo.

Por tanto, lo mejor será que me ponga manos a la obra y aunque sé que esto va a quedar raro pues lo primero que se va a leer es lo último que ha pasado, éste es el formato blog y a ello hay que atenerse. Había pensando en hacerlo al revés, pero creo que ya iba a ser rizar demasiado el rizo por mucho que fuera a quedar mejor.

Empezamos pues por el viernes. El viernes salí tarde el trabajo debido a unos problemillas de última hora. Pero bueno, tampoco fue excesivamente grave. De camino a mi casa me pasé por la casa de uno de los compis de fútbol que padece una rotura de fibras en el gemelo. Él estaba allí, cojeando y su hija, en edad de merecer, no estaba por allí. Una lástima :-P.

Bueno, llegué a mi casa y comí casi a las 5 de la tarde. Comer más tarde de las 4 es un clásico los viernes y las 5 no es para nada inusual. Basta con que se atraviese un poco el final del día ... laboral.

Tras un breve reposo (ahora mismo no recuerdo si fue breve o no pero lo dejaremos en breve para que pueda quedar yo como una persona activa y dinámica) me acerqué al piso. Aquí empieza justamente el primer momento sobre el que quería reflexionar. Allí en el piso me dispuse a arreglar unas sillas que se movían mucho. Ya disponía de las instrucciones necesarias, instrucciones que me había dado un amigo nuestro de la familia que a la sazón es carpintero, así que procedí a meterles mano (a falta de alguien mejor a quien meter mano :-P).

De las seis sillas que teóricamente podían necesitar un trabajillo de restauración, al final sólo tuve que arreglar tres de ellas. La primera requirió de un trabajo completo. La desmonté y la monté utilizando la cola de carpintero como aglomerante. Además clavé unas puntillas en unos cuantos puntos críticos. Con las otras sólo pegué un par de trocillos que eran los que estaban sueltos pues si no tendría que desmontarlo todo y no es fácil cuando los barrotes están bien encolados.

Bueno, el caso es que acabé, no seguí las instrucciones al pie de la letra pero acabé. Y probé a conectarme a internet con el resultado de que pude hacerlo. De hecho allí estaba mi amigo Giovanni quien entre pregunta y respuesta propia y ajena, en un momento dado me preguntó cómo había llevado a efecto las labores de reparación de esos cuadrúpedos. La verdad es que la pregunta me extrañó pues si alguien sabe de bricolaje es él pero mientras le respondía me di cuenta de que en realidad sólo preguntaba para saber si yo lo había hecho de manera correcta o no. Al final lo había hecho de manera correcta aunque no perfecta. Pero eso ya lo sabía yo, pero como no tenía el utensilio que me hacía falta, me decidí a hacerlo aunque no fuera de la mejor manera posible.

Luego he estado por allí y las sillas se encuentran impecables. Tal y como comentaba el propio Giovanni,cuando el uso de la silla tiende a cero, el tiempo que el arreglo dura tiende a infinito. Así que será cuestión de ver qué uso tienen y cuál es el tiempo que dura el arreglo.

Bueno, pues todo esto era simplemente una introducción para el pensamiento sobre el que quería escribir. Y ese pensamiento no es otro más que ... ¿Por qué Giovanni siempre parece que está por delante de mí?. Ya ha pensado cosas similares y las ha descartado, ya ha arreglado lo que yo acabo de arreglar (o sabía cómo hacerlo) y ya ha vivido mucho más de lo que yo he vivido. Sí, es cierto que el otro día le mandé la página ésta para arrancar el ordenador con un linux en el pendrive. Pero eso, además de no ser significativo, resulta que también me lo habían contado a mí ese mismo día :-D.

En fin, luego lo pensé y vi que era lógico. No sólo en cuanto a las vivencias que él ya ha tenido y yo todavía no, bien porque no he tenido la oportunidad, bien porque no he querido, sino también porque aunque cuando nos conocimos hace 7 años la diferencia de edad podía parecer más sustancial, hoy en día esos 3 años que nos separan se antojan poca cosa. Umm, 7 años. Es cierto, precisamente este miércoles se cumplen 7 años desde que firmé el contrato en la empresa. Madre mía , cómo pasa el tiempo. En fin, tan deprisa pasa que así se me ha pasado la noche escribiendo en el blog y en el messenger y sólo he podido terminar la primera parte :-).

Mañana, más.

Un saludo, Domingo.
Post Scriptum: A saber lo que pondrá Giovanni en el comentario. Casi prefiero que me lo diga en la cafetería ;-).

sábado, marzo 03, 2007

Las mujeres

verdad.

(Del lat. verĭtas, -ātis).

1. f. Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente.

2. f. Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa.

3. f. Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la misma sin mutación alguna.

4. f. Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.



Éstas son las primeras acepciones de la palabra "verdad" en la RAE. La primera es especialmente esclarecedora y especialmente útil y apropiada para los comentarios de la entrada anterior. A pesar de todo y relacionando esto último con las mujeres en general, acudo aquí a una frase a la que me he encontrado acudiendo cuando el otro partenaire ("La otra", de aquí en adelante) ha hecho caso omiso de mis cuitas (en la acepción española, no la de Amércia Latina. Y esta frase no es otra más que ... "Todo el mundo tiene derecho a equivocarse, no voy a ser yo quien te prive del tuyo".

Esta frase, que probablemente suene hasta pretenciosa, la modifico aquí y ahora para convertirla en: "Todo el mundo tiene derecho a equivocarse, yo reivindico el mío". Con esto imagino que deben quedar zanjadas las posibles discusiones, si es que las hubiera.

Vamos pues a lo que realmente quería contar en esta entrada que no es más que divagar un poco acerca del género que más problemas de cabeza me da fuera del trabajo :-D. Decía nuestro amigo A.C. Oliver (de aquí en adelante: "El que ya no va al fútbol") que las mujeres y los jefes siempre mienten. Resulta un pelín escalofriante que esa parte pueda ser verdad, sobre todo en cuanto ellas se suelen quejar de nuestra falta de sinceridad. Sin embargo, en mi caso y cada uno que analice el suyo, creo que la norma general ha sido que yo he demostrado con hechos que soy, si no transparente, sí translúcido, mientras que "La otra" ha sido translúcida, si no opaca. Pero claro, se trata simplemente de una percepción personal y algo que para nada puede elevarse al nivel de categoría.

Sin embargo, sí que quería sacar a colación un razonamiento que un amigo me contó hace unos meses y que creo haber visto reproducido en papel por algún lado. Se trata de la volubilidad de las mujeres visto desde un punto de vista absolutamente lógico y objetivo. El razonamiento (que yo comparto con matices) es el siguiente:

Nosotros, todos, nos movemos por impulsos, hacemos las cosas que nos parecen lógicas pero influenciados por nuestro estado de ánimo en cada momento. Un ejemplo palpable de esto es que hay gente que se suicida cuando por ejemplo se va a hacer público tal o cual cosa o cuando se da cuenta de que ha cometido un crimen horrendo o simplemente cuando cree que su misión en esta vida ya ha acabado. Por tanto, sí que parece evidente que las cosas nos parecen lógicas o no y las hacemos o no, influenciados por nuestro estado de ánimo. Y ¿dónde está la relación con las mujeres?. Pues es evidente, la mujer sufre, va sufriendo continuos cambios hormonales que entre otras cosas provocan que tengan diferentes estados de ánimo y consecuentemente que vayan cambiando de parecer con más frecuencia de la deseable. Ya lo decía Verdi, "la mujer es voluble como una pluma al viento, cambia de idea y de pensamiento".

He aquí una página sobre tan famosa ópera.
http://luiyo.blogspot.com/2004/11/rigoletto.html

Y aquí otra que parece dar la razón a mi amigo (claro que es de otro hombre).
http://www.elmundo.es/yodonablogs/2006/06/12/miscircunstancias/1150105247.html

Y es aquí donde yo me hago la siguiente pregunta. Considerando como cierto y por tanto "verdad" que "La otra" cambia más de opinión (esto por otra parte puede ser entendido, malentendido mejor dicho, por mí como falta de sinceridad) convirtiéndose así en una posible y plausible explicación para el comentario "del que ya no va al fútbol". Como digo, considerando esto, ¿cómo de profundos son esos cambios que sufren las mujeres?. Me explico, si en vez de humor u opinión fuera temperatura, qué serían, ¿un par de grados, lo suficiente para dar fiebre? ¿unas décimas? ¿o quizás una única décima si no menos?. Es decir, aunque sea una cantidad detectable, ¿es una cantidad que realmente condiciona tanto lo que la mujer dice, siente y piensa?

Se aceptan respuestas ... femeninas también y por cualquiera de los canales que conozcáis para poneros en contacto conmigo.

Un saludo, Domingo.