viernes, abril 13, 2007

10 años

Aprovecho un correo que mandé ayer para hacerme eco de la noticia y reproducir mi pensamiento al respecto aunque sea de forma breve.

La noticia ya es antigua, pero yo la acabo de leer. La verdad es que cuando pienso en las lágrimas que derramé, a mis ojos acuden más lágrimas y me pregunto hasta qué punto este tipo de cosas tratan sólo de comerciar con ese tipo de sentimientos. Yo rodaría la película, pero destinaría los beneficios o bien al Foro de Ermua, o bien los donaría a la familia para que ellos los emplearan en lo que creyesen oportuno.

http://www.elmundo.es/elmundo/2007/03/14/comunicacion/1173889314.html

Por cierto, el 13 de julio se cumplirán 10 del asesinato de Miguel Ángel Blanco. He asistido a muy pocas manifestaciones en mi vida, la manifestación por el 11M y creo que ninguna más. No me arrepiento de ello pues no hay que ser ningún lince para saber que todas están potilizadas en mayor o menor grado, sin embargo sí que me arrepiento de no haber ido a la que seguro se convocó en Málaga cuando Miguel Ángel fue asesinado. Espero que este año haya otra y poder sacarme esa espina.

Llegado el momento ya comentaré lo que recuerdo de esos días y lo que recuerdo de después, ya sea de primera mano o por haberlo leído. Hoy me centraré más en otra cosa que ocurrió también en el 2007, pronto hará diez años y también mandé un correo al respecto.

En relación con el correo anterior, este año se cumplirán también 10 años de otro hecho mucho menos conocido para el gran público. En particular, el 1 de julio se cumplirán 10 años desde que me convirtiera en donante de sangre así que casi 10 años y unas 70 donaciones después quisiera invitar a todo el que quiera a que se una a la celebración y pase a donar sangre cuando pueda ;-).

Pues eso, ayer precisamente me encontraba donando plasma y vi en mi carnet de donante que la primera donación data del 1 de julio de 1997. Quedan por tanto un par de meses para que pueda recordar aquella mañana días después de los exámenes finales de junio en que acudí a donar ... con tres años de retraso. Siempre había querido convertirme en donante a los 18 años pero unas veces por unas cosas, otras por otras, nunca había donado.

Recuerdo que fui a Carlos Haya aunque no sé muy bien por qué, no sé si habría visto algo o simplemente iba a preguntar pero el caso es que allí me dirigí. Tenían si mal no recuerdo un par de sillones y un doctor muy amable al que sigo viendo todavía me dijo que aconsejó que no mirara mientras que alguien, no sé si él mismo, me clavaba la aguja en el brazo. Le pregunté que por qué no debía mirar y me dijo que ... ya no era necesario, simplemente algunas personas se marean ante la vista de la sangre. Recuerdo también que me dijo que tenía una tensión estupenda (14-8) y que viviría mucho jejeje. Además acabó con algo así como diciendo que donantes así (sin problemas, sin mareos imagino) era lo que hacía falta.Acabé la donación y me dieron un vale para que fuera a la cafetería a tomarme algo para reponerme. ¡ Qué tiempos !.

Seguí donando de forma asidua y un 31 de diciembre fui a donar plaquetas que es la donación que más se necesita, sobre todo para los enfermos de leucemia. El suministro de plaquetas para estos enfermos se reduce prácticamente a lo que sus familiares donan. Si mal no recuerdo, las plaquetas tienen una vida de unos 5 días, los tres primeros esas plaquetas se reservan para el familiar y si no les hace falta, entonces ya se destinan a quien más necesitado esté. La donación altruista de plaquetas permite poder hacer frente a urgencias de estos enfermos que no puedan cubrir sus familiares. Precisamente algunos familiares que había allí me miraban extrañados preguntándose qué hacía alguien conectado a una máquina dos horas, donando plaquetas un 31 de diciembre.

Esa fue la primera y la última vez que doné plaquetas y es que resultó que tampoco tenía yo plaquetas como para ir derrochándolas por ahí. De hecho como estaba más o menos en el límite para poder donar, me sacaron una bolsa de plasma y otra de plaquetas en vez de las dos de plaquetas que se podían sacar teóricamente. Ahí fue cuando me enteré también de qué iba la donación de plasma. Entre 30 y 45 minutos conectado a una máquina que te saca la sangre, la filtra y te la devuelve. Cada vez que lo cuento la gente pone cara de asco, sobre todo en la fase del retorno. Sin embargo para mí tampoco supone gran cosa, aproximadamente la mitad de mis donaciones han sido de plasma.

Ahora que lo pienso, si sumo los minutos que he estado conectado a una bolsa o una máquina, ya debo haber pasado la cifra de los 1440 minutos que tiene un día medio, ya sabemos que los días que se hacen eternos tienen más de 1440 minutos o al menos cada uno de esos minutos tiene más de 60 segundos :-D.

Calculo que un año después, en el 98, cerraron las instalaciones para donar sangre que había en Carlos Haya y lo centralizaron todo en el Hospital Civil. Recuerdo haber visto un partido o parte del mismo en las televisiones de la sala mientras donaba plasma. Es más, voy a buscarlo porque casi diría que fue un México-Alemania que ganaron los alemanes como ellos suelen, sin hacer nada durante todo el partido, caminando al filo de la navaja y marcando un gol en el minuto 80.

Vale, ya lo he comprobado. Ganó Alemania 2-1. Se adelantó México, en el minuto 75 empató Alemania y en el 88 nuestro común amigo Oli- Bierhoff marcó el 2-1 definitivo. Siempre me ha gustado el fútbol alemán, tan feo, tan tosco pero ganan :-D. Y esto por otro lado refuerza la teoría, más que comprobada, de que se recuerda aquello que te llama la atención. De ese mundial recuerdo la final, el triunfo de Francia que se merendó a Brasil (con mi consiguiente alegría pues mi hermano los apoyaba) y poco más. Y ese poco más se reduce en el partido anteriormente mencionado de mexicanos contra alemanes y la actuación de España perdiendo contra Nigeria con un error garrafal de Zubizarreta (portero que también apoyaba mi hermano), empate contra Paraguay y victoria intrascendente contra Bulgaria.

Pero volviendo al asunto que hoy nos ocupa, desde entonces han pasado muchas cosas ... incluida mi participación hará 8 años en una investigación entre donantes de plasma que creo que no revolucionó la comunidad científica pero bueno, ahí está :-D. En fin, llegado el momento intentaré sacar algunas estadísticas más o menos curiosas de lo que recuerde de estos 10 años donando sangre.

Un saludo, Domingo.

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