Empezó el año y con él continúa en cierta forma lo que se había interrumpido a causa de las vacaciones (los que las hemos tenido) navideñas. Evidentemente hoy el mayor acontecimiento de la mayoría de las casas lo ha supuesto la precipitada llegada de sus Majestades de Oriente. En la mayor parte de los casos habrán tenido el tiempo justo de beberse los vasos de leche (o dárselos a los sedientos camellos) y picotear de entre las cosas que hayan tenido a bien dejarles.
Sin embargo, no desvelo nada importante si digo que la mayoría de los niños no sabrán que los auténticos Reyes están más cerca de lo que parece. Los Reyes no son ni más ni menos que ... ellos mismos. Y no sería justo decir que ellos son los Reyes porque en este día son los reyes de la casa, es que son los reyes porque son los que deciden en gran parte si tienen o no regalos (según se hayan portado) y qué regalos son (para eso está la carta).
Yo ya no soy un niño, aunque a veces pueda comportarme como tal, y por este motivo imagino que sólo me habrán traído carbón. Y además imagino porque ni he salido a buscarlo. ¿Motivos para pensar eso?. Pues es simple, como yo, con mi comportamiento, soy el que decido si tengo regalos o no, pues he decidido que este año no tendré más que carbón y que me lo auto-regalaré. Ésa ha sido pues mi particular carta y a buen seguro que SSMM de Oriente se habrán esforzado por que así sea. No sé, como luego he quedado para celebrar la primera "mini fiesta/cena/inauguración" del piso, quizás esté de mejor humor y me decida a buscar activamente mi trocito de carbón que por algún lado andará. ¿Será una mulata :-O?.
Bueno, volviendo al nuevo año, éste ha llegado con re-inauguración de blog y archivado de correo , archivos y demás cosas. Todavía me quedan cosas por hacer, cambiar alguna que otra contraseña, hacer copia de seguridad de las fotos, terminar de leer las noticias atrasadas del año pasado etc. Curiosamente esta mañana mientras me ponía al día con el correo he llegado por casualidad a un correo no leído (marcado como no leído de hecho) de un amigo. Lo revisé y pude comprobar además que realmente sólo lo había leído parcialmente.
El caso es que muy cerca, a tan sólo unos días de distancia, vi su correo. Pensé si sería el último que había recibido. Ordené por nombre y efectivamente allí estaba, el primero de la lista o equivalentemente el último recibido y en este caso lo último que supe de ella. ¿Hace cuánto?. Pues dos meses exactos. Y por supuesto justo entonces llega el pensamiento obvio: "¿Seré imbécil?". Todavía pensando y dando vueltas a algo que debía estar tan cerrado. Pero bueno, sin duda es parte del proceso. No sé si porque todos los procesos tienen que ser así o simplemente porque este proceso es así, pero es evidentemente parte del proceso.
En otro orden de cosas, otro de los correos que había marcado como no leídos era uno con citas de Confucio. Con este hombre me pasa como con Woody Allen, la mayoría de sus citas me encantan. He aquí algunas de las que me pasaron, en el idioma en el que me las pasaron, el de Shakesperare: http://www.quotedb.com/authors/confucius
Y para los que no gusten del mismo, aquí una versión es román paladino: http://www.proverbia.net/citasautor.asp?autor=244
El caso es que quería comentar una de las citas que me mandaron y que traduciré ex-profeso.
"De tres formas podemos adquirir sabiduría: Primero por la reflexión, que es la más noble; segundo por la imitación, que es la más fácil; y tercero por la experiencia, que es la más amarga."
La frase simplemente me gustaba, pero ahora he empezado a pensar sobre ella. Tengo la sensación de que la mucha o poca sabiduría que pueda yo tener ha sido adquirida por los medios primero o tercero. En realidad imagino que esto no es así y que simplemente olvido la multitud de ocasiones en que he acudido a la imitación. Es más, es obvio que las cualidades que pueda compartir con mis progenitores han sido adquiridas por la mera imitación. Pero es curiosa la mente humana, como dije una vez en un correo, lo que fácil se aprende, fácil se olvida. Otras veces no se olvida, pero sí se olvida cómo se aprendió y hasta se atribuye uno mismo ese mérito.
Y bueno, había pensado en acabar con la letra de una canción de Laura Pausini que escuché el otro día en el coche. Era una canción de comienzo triste pero de fondo positivo pues al final hablaba de que lo superaría o lo superó o algo así. Últimamente uno de mis hobbies cuando escucho una canción es intentar ver cuánto de común tiene esa experiencia con alguna de las mías y si me podría ser aplicable. Usualmente no hay ninguna con la que me sienta identificado al cien por ciento, pero ésta me llamó la atención porque aunque me resultaba familiar, nunca había escuchado la letra con la suficiente atención como para captar el matiz del final. Pensé entonces en que sería una buena letra para poner en la siguiente entrada en el blog. Sin embargo, como la siguiente entrada en el blog tardó en llegar, olvidé cuál es la canción y a pesar de que he buscando entre las letras más conocidas, no he dado con ella. Si la vuelvo a escuchar (y me acuerdo), la pondré por aquí.
Un saludo, Domingo.
sábado, enero 06, 2007
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