En esos casos, también invariablemente busco y me encuentro que ambos personajes son efectivamente Rousseau y Hobbes. Y ya voy mejorando pues al menos Hobbes ya me va sonando a base de buscar lo de Rousseau :-).
http://www.wikilearning.com/juan_jacobo_rousseau_1713_1788-wkccp-12412-48.htm
La verdad es que lo pienso y creo que ninguno de los dos tiene razón. El ser humano es demasiado complicado como para pensar que el mero hecho de vivir o no en sociedad pueda cambiarlos drásticamente. Yo creo que hay gente buena y gente mala, quizás es sólo cuestión de un trocito de adenina, de timina de guanina o de citosina mal puesto, pero creo que hay de todo. Y la sociedad lo único que hace según los casos es potenciar al bueno ... o al malo. E incluso si nos vemos todos como potencialmente buenos o potencialmente malos, la sociedad lo único que haría sería incrementar o decrementar ambos potenciales, dependiendo de las circunstancias de cada uno. Eso creo que era también de esa "pareja de amigos" que formaban Ortega y Gasset. Y por contra, si no viviéramos en sociedad, pues seguro que las circunstancias de cada uno (y de esa forma de vida), llevaría igualmente a incrementar o decrementar esos potenciales originales, y por supuesto, en ambos casos, a permitir ponerlos en práctica o no.
Y todo esto ¿por qué?. Pues porque esta mañana hemos ido a jugar y al entrar en el campo me han dicho ... "Dominn ... ¡¡¡que nos han tangado las porterías!!!". Y en ese preciso momento no he podido sino darles la razón porque allí donde solían haber dos porterías, hoy no había ninguna. Hemos empezado la ronda de especulaciones y había dos posibilidades con mayor probabilidad que las demás, a saber:
- Las habían robado, habían entrado en el centro de acogida, propiedad de la diputación, que es donde jugamos y con alguna furgoneta o algún camión se las habían llevado.
- Alguien de diputación las había visto, pensó que no se usaban y había pedido el traslado a otras dependencias.
Hemos dado una vuelta por allí para ver si las veíamos y no hemos visto nada hasta que alguien se percató de unos troncos apoyados contra un muro que resultaban ciertamente sospechosos. A mí la verdad es que se me hacía extraño que las fueran a sacar por allí porque aparentemente era una zona "agreste". Por otro lado, unos agujeros en el muro permitieron comprobar que yo estaba totalmente equivocado y que por allí era por donde las habían sacado. Unos troncos por un lado, y un palé por el otro, era lo que habían usado para encaramarse al muro de más de dos metros, diría yo.
Pues bien, allí en ese terruño, repleto de maleza y cercado completamente por muros de difícil acceso, se encontraban las porterías. Aparentemente habían intentado llevárselas por allí pero no lo habían conseguido, dejándolas semi-ocultas para ir posteriormente con más medios. Sin embargo, para sacarlas de allí tenían que repetir la operación con otro muro que los separaba de un colegio, o bien por otro muro que los llevaba a otro terreno de la diputación, demasiado trabajo sólo para un par de porterías. De hecho, a mí me resultaba raro que hubieran intentado robarlas porque llevarse unas porterías de cualquier campo público tiene que ser mucho más fácil. Bastaría con llevar una llave adecuada, quitar cuatro tornillos y salir pitando con las porterías en el vehículo en cuestión. Y no haría falta el escalo ni el maltrato a lo que estás robando. Aparte de que una de las porterías tenía un barrote roto ... en fin, todo muy extraño.
Bueno, aquí ha llegado el momento embarazoso de la mañana cuando he comprobado con mis propios ojos como un hombre de 66 años que creo que tiene ya, subía, trepaba mejor dicho al muro, saltaba para abajo, ayudaba a los otros dos que habían bajado allí (uno de ellos hijo suyo) y entre los tres subían de nuevo las porterías para que los escasos de agilidad las cogiéramos por este lado. Pepe es una máquina (también un máquina), todavía recuerdo aquella vez que me arreó un empujón (eso que otra gente llama carga legal) y me mandó casi a las vallas. Y eso que entonces pesaba yo casi 100 kilos. Ya se lo he dicho alguna vez, no quiero tener su forma física con su edad, yo quiero tener su forma física ahora. Se lo empecé a decir hará 8 años cuando lo conocí y 8 años después sigo opinando lo mismo. Lo único positivo es que al menos mi forma física sí que ha mejorado.
Pero volviendo al tema que me ocupa, resulta que hablando con el conserje, nos ha comentado que a veces algunos niñatos, hijos de ... del cuerpo de la guardia civil por el que por otro lado siento mucho respeto pues no en vano un amigo mío es precisamente hijo del cuerpo, saltan la valla y se cuelan allí a jugar y cuando les reprenden, pues como es natural, se enfadan. Y no descartaba este caballero sindicalista, el señor conserje, que hubieran sido algunos de estos malandrines los que hubieran saltado la valla y hubieran hecho la gracia.
La verdad es que es algo que tiene sentido. Un día llegan, les echan la bronca, les dicen que no pueden jugar y ellos dicen ... Ah, ¿sí?. Pues ahora tampoco vais a poder jugar vosotros. Aunque realmente quedan cabos sueltos, las porterías estaban semi-ocultas como para detectar su detección desde otro lado, no desde dentro donde empezarían a buscarlas y casi que con el trabajo que se tomaron, por un poquito más las desarman allí mismo.
Así que no se sabe muy bien, y aunque aparentemente ha sido joder por joder, lo mismo ha sido de verdad un intento de robo por alguien que no planeaba demasiado las cosas y las veía más fáciles desde fuera. En cualquier caso, ¿Tor mundo e güeno?. Va a ser que no.
Un saludo, Domingo.
2 comentarios:
Érase una vez un hombre que describía y describía...y una mariposa que perseguía la acción más directa posible...será posible llegar a un término medio?
La respuesta, aquí.
Por cierto, las moscas de manteca, que empiezan a jugar con fuego, se acaban quemando ;-)
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