sábado, noviembre 10, 2007

Frases

Los que me conocen sabe que soy aficionadillo a las frases y a las citas con famosas ... ups, perdón, a las citas famosas :-).

Todas las semanas, más o menos, utilizo en la empresa una cita que extraigo de http://www.proverbia.net . Antes las ponía hasta en la firma del correo pero la verdad es que llegó un tiempo en que me cansé de tanto cambiar. A pesar de todo, aunque más antes que ahora, siempre hay quien hace algún comentario al respecto de tal o cual frase.

Sin embargo, no fue hasta hace unas semanas cuando escuché al fantástico Moncho Borrajo cuando me di cuenta de que había gente que se ponía a crear frases de este tipo. Yo recomiendo a todos (independientemente del signo político) escuchar este trozo de programa:

http://ficheros.lamanana.com.es/audios/salsa101007.mp3

Ahí, además de demostrar que por mucha práctica que tenga, no deja de ser un auténtico "nambergüan" a la hora de repentizar, también domina otras artes. La verdad es que alguna vez pensé en intentar emular a Moncho en eso de improvisar pero alguien que necesita como yo pensar y analizar tanto lo que dice quizás no sea el mejor para ello. A la hora de hacer una pequeña rima, ahí sí que quizás pudiera emularlo, aunque sólo eso, emularlo. Por cierto, que a ver cuándo me pongo de nuevo a ello, aunque la verdad es que últimamente no me da el tiempo para todo. Aysss, ¡¡uno debía ser millonario para no necesitar trabajar todo el día ;-)!!.

Pero vamos a lo que vamos, el otro día me vino de repente la que podría ser la segunda de las frases que se me han ocurrido. La primera se me ocurrió hace ya mucho tiempo y no es más que:

"Soy el marido que todo padre querría para su hija pero no el yerno que toda hija querría para sus padres" ;-).

Reconozco que me gusta y además me consta que a alguna que otra persona le ha gustado y hasta han reído, un ratito al menos.

Y como decía, el otro día se me ocurrió la segunda. Es quizás muy clásica y de temática manida pero ahí está. Intenté recordarla para que no se fuera con esas otras cosas que a veces pensamos, que son maravillosas, pero que acabamos perdiendo debido a nuestra frágil memoria. Y no sólo conseguí recordarla sino que conseguí mandarme un correo a mí mismo para recordarme que tenía que escribir al respecto. La frase en cuestión era:

"La fuerza de las palabras no radica en lo fuertes que sean sino en la carga de razón que lleven."

Pero al empezar a escribir aquí decidí cambiarla ligeramente por la siguiente:

"La fuerza de tus palabras no radica en lo fuertes que éstas sean o lo alto que las digas sino en la carga de razón que lleves."

En fin, si el tiempo me susurra al oído alguna otra, ya la iré poniendo por aquí.

Un saludo, Domingo.

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