Al día siguiente, precavidos por lo que había pasado el anterior con Brujas y Gante, partimos con la intención de ver Amberes y Malines. Malines era un pueblecito chiquitito que, aunque lo habíamos visto en una guía, no estábamos muy seguros de que fuera a aportar nada crucial al viaje.
El caso es que llegamos a Amberes y pronto vimos que la arquitectura era similar a la que habíamos visto hasta entonces pero había también alguna cosita digamos "menos modesta" que tenía pinta de ser un edificio moderno pero decorado exteriormente a la antigua usanza.
Tras andar por una calle principal muy comercial, nos desviamos ante la vista de algo que parecía ser una bonita iglesia y que resultó ser la iglesia donde está enterrado Rubens. La visitaríamos a la vuelta. Seguimos por esa callecita paralela y nos encontramos alguna que otra cosa interesante pero sin duda, lo que causó una mayor impresión fue la magnífica catedral.
La catedral estaba además junto a una placita muy maja y dominaba una zona de gran y variopinta belleza. Estaba el muelle, edificios antiguos en plan castillo y alguna que otra zona por la que realmente daba gusto pasear. Dimos una vuelta y tras comer muy bien (y barato) en un sitio donde curiosamente nos encontramos con una hispano-francesa, emprendimos el viaje de vuelta que incluyó la visita a la iglesia de Rubens. Anduvimos un rato por el centro, los aledaños de esa calle comercial mientras desandábamos los pasos que por la mañana nos habían conducido hasta el centro. Al final, llegamos a la estación de trenes donde unas colosales esculturas de elefantes hechas en madera podían contemplarse. Por cierto, el de la foto era el más grande pero no demasiado dotado. No sé si por capricho de los constructores, pero había uno pequeño que no podía disimular su condición de macho, no como éste que hasta el niño se tenía que acercar para estar seguro :-D.
Cogimos el tren de vuelta a Brujas sin tener muy claro si pararíamos en Malines porque nos encontrábamos realmente cansados. Sin embargo, una vez paró, pensamos que podíamos arriesgarnos, total la ciudad probablemente lo único que tenía era los dos edificios que habíamos visto desde el tren. Y tras andar un rato pensando que así era, descubrimos al fondo un centro de ciudad precioso que nos alegraba al igual que irritaba a nuestros pies :-D.
Seguimos en dirección al centro y una vez allí, vimos algo de lo más extraño que pueda verse en cuanto a iglesias y catedrales. Una iglesia que se ve que fue iniciada en un estilo y acabada en otro. Evidentemente no pude reprimir la tentación de echar la foto a la zona donde ambos estilos se mezclaban de forma no uniforme :-D.
Pero quitando eso, la ciudad era bastante coqueta y no sólo eso, imagino que al igual que nuestros pueblecitos que el más humilde tiene tesoros inenarrables, también este pueblo nos sorprendió con edificios como el que puede verse a continuación.
Y finalmente, sin apenas sentirnos las piernas, nos arrastramos un poco hasta la estación de metro con destino Bruselas donde un curioso restaurante árabe al lado del hotel hizo nuestras delicias y reconfortó nuestro espíritu y en cierta forma nuestros pies aunque para recorrer los 20 metros que separaban el hotel del mismo tuviéramos que mojarnos en el siempre cambiante tiempo de Bruselas :-D.
Un saludo, Domingo.
lunes, agosto 13, 2007
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2 comentarios:
Una duda existencial tengo, ¿en Bélgica se habla el neerlandés, el francés o existe un dialecto propio de la zona?. Mis vacaciones este año son de puro relax en Roquetas, el que viene me voy a Malta, ¿has estado allí?
A.C.Oliver, halcón maltés
Hola,
se habla el neerlandés 55% (el flamenco, que es casi igual que el holandés, el otro dialecto neerlandés), francés 40% y alemán 5%, más o menos. En Bruselas habla francés el 80% de la gente.
Sobre tus destinos, no he estado ni en Roquetas ni en Malta. Y no conocía a John Bonello hasta que salió en el anuncio :-P.
Un saludo, Domingo.
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