martes, octubre 16, 2007

El juego de la moralidad

Hace ya 5 años, navegando por esas páginas de Dios recalé en una que me pareció particularmente curiosa, el juego de la moralidad.

http://www.philosophersnet.com/games/morality_play.htm

Me gustó y lo envié a mis contactos de entonces. Copio a continuación el texto que envié a mis contactos de entonces donde explicaba de qué va el test:

Es un interesante juego en el que te hacen 19 preguntas y valoran las respuestas. Digamos que se valora más tener un criterio uniforme y menos el cambiar según las circunstancias. No te preguntan además por lo que harías, si no por lo que crees que deberías hacer moralmente hablando. Son preguntas del tipo por ejemplo de si para tí es más importante salvar a una persona cercana que a muchas lejanas o si estás obligado a ayudar a alguien necesitado de un país rico.

Adelanto que la puntuación no significa nada, ni es bueno ni es malo tener mayor o menor puntuación. Al final te dicen tu puntuación y desglosan y explican tus respuestas tanto a nivel global como después una a una comparándola con la media de tu sexo, el opuesto y la gente de tu edad. La media estaba en un 66 y yo saqué un 63. Pero curiosamente en uno de los apartados globales mi respuesta fue sensiblemente superior a la media y en otro sensiblemente inferior.

Bueno, pues el caso es que ayer lo recordé, lo busqué y lo hice de nuevo para ver si había cambiado mucho en 5 años. Afortunadamente se trata de un test muy rápido y de preguntas muy similares. Eso sí, precisamente hay que estar atento a esas pequeñas diferencias pues son lo bueno del test, saber si crees que debes comportarte igual con un familiar que con alguien que no lo es o con alguien del pueblo de al lado o un exiliado político.

El caso es que a diferencia de la vez anterior yo saqué un 75 pero probablemente fue por un par de preguntas que me di cuenta que había interpretado de forma ligeramente diferente. Eso sí, en ningún caso me pude acercar al 92% ó 93% que sacó Giovanni hace un lustro :-).

Y este pequeño juego me sirve para introducir la siguiente entrada, una sobre la que llevo unos días queriendo escribir y sobre la que, Dios mediante, escribiré a continuación ;-).

Un saludo, Domingo.

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