martes, diciembre 18, 2007

Hace diez años

Hace diez años ... o casi. Es uno de los temas que tenía pendientes desde el verano. Básicamente los temas pendientes eran tres, los recuerdos sobre mi abuelo, mi décimo aniversario como donante de sangre y el décimo aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco.

De mi abuelo ya hablé, pero sobre esas cosas de hace 10 años no había tenido la oportunidad/el tiempo. Lo haré en varias entradas, cada una dedicada a algo en concreto mientras que aquí desarrollaré simplemente la idea general además de poner un poco en contexto algunas cosas.

Hace diez años ... o casi, significa que hablamos de 1997. En cuanto a la donación de sangre, llegaba ya con casi tres años de retraso. Siempre había querido convertirme en donante a los 18 pero el "cuando pude no quise y cuando quise no pude" de Kant lo había evitado hasta entonces. Sin embargo esa vez me dije que de ahí ya no podía pasar ... y del 01/07/1997 no pasó.

A nivel académico, ese verano había acabado tercero de matemáticas y como siempre Análisis III fue la piedra de toque. El año anterior había tenido que ir a junio con un parcial a la vez suspenso y con una media superior a 5 (había que tener más de un 3,5 o algo así en los dos exámenes y yo tuve un 3 y un 8 o así) y el segundo parcial también lo había suspendido por poco. De hecho fui con toda la asignatura a junio cuando mi media era prácticamente un 5. En tercero me volvió a pasar algo parecido y de nuevo llegaba a junio con los dos parciales y una nota cercana, aunque esta vez no tanto, al 5. La verdad es que eso fue una pequeña espina clavada ya que en los cuatro parciales que hice con Don Florencio del Castillo Abánades (pongamos el Don, no vaya a ser que todavía lea esto y me suspenda :-D), no aprobé ninguno. Es más, una vez me llegó a confundir con Vicente, otro compañero :-).

Pues eso, acababa tercero con un balance de ningún parcial de análisis II o III aprobado, pero sí aprobado el examen final de junio. El caso es que quitando esa pequeña espina, el resto del curso no había sido tan difícil como se anunciaba y tuve que darle la razón a Jesús cuando me comentaba que sacarse la carrera en 4 años no era misión imposible. Y en ese verano procedí saldar algunas cuentas. En primer lugar lo de la donación de sangre, en segundo lugar matricularme de cuarto y quinto. Sabía que llevaba desventaja con respecto a Jesús pero mi plan tampoco era tan descabellado. Aprobar en junio todas las de cuarto y al menos una de quinto. Después intentar aprobar las tres restantes en septiembre y como mucho una para diciembre, con el fin de matricularme del CAP también.

Después, tras ver cómo había clavado mis predicciones, me arrepentí de no haber sido algo más ambicioso. Pero claro, a toro pasado todos somos Manolete.

Y entre medias, ETA llevaba a cabo el asesinato más cruel que le recordamos ... y le recordamos muchos. Miguel Ángel Blanco Garrido, cuyo único delito había sido pensar distinto (y a la vez igual a casi todos por no decir todos nosotros) se convirtió de forma involuntaria en el máximo exponente de un movimiento que sacudió España de arriba abajo y mediante el cual algunos albergamos la esperanza de una completa derrota de ETA. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que la unidad de los que sólo anhelan salir en la foto se rompió. Es más, el año siguiente todavía tuvimos que asistir a otros muchos atentados, muchos de ellos en Andalucía.

Pero bueno, ya hablaremos de ello en la entrada correspondiente.

Un saludo, Domingo.

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