Lo más interesante del miércoles fue que por la tarde (a las 6 ó las 7) fuimos a cenar con la gente del curso. Estuvimos en un restaurante típico de turistas cuyo nombre tenía que ver algo con el ejército y cuya decoración interior tenía muchos elementos bélicos, desde la ballesta de Guillermo Tell a un par de cañones, pasando por rifles modernos o armaduras antiguas. Vamos, un sitio variopinto.
Allí, me zampé un Cordon Bleue con jamón ahumado que quitaba el sentido. Los compañeros de curso fueron igual de sosos que siempre y la verdad es que apenas llegamos a hablar con ellos. En fin, ellos se lo pierden. Al acabar la cena, teníamos la esperanza de que nos invitaran puesto que ya nos parecía claro que no nos iban a dar ninguna mochila de IBM donde poder meter todos los manuales, pero no cayó tampoco la breva esta vez. Pagamos de nuestro bolsillo (yo me quedé sin francos justo ahí) y aproximadamente el montante final fue de unos 25 euros. Tampoco es que fuera nada del otro mundo para la fama que tiene Suiza y para ser un sitio turístico y céntrico a más no poder. Se nos seguían cayendo los mitos.
Bueno y como nota curiosa, mientras cenábamos, en la tele empezaban a jugar el Sevilla y el Español :-D. Tras la cena dimos una vuelta por otra parte de Zurich que no conocíamos y cuando ya nos dirigíamos al hotel, nos encontramos con los americanos que iban a algún lado a seguir la marcha ... a las 9 y pico o las 10 que eran!!!!. Nosotros declinamos la oferta gentilmente y junto con un filipino que se nos unió, volvimos al hotel.
Allí en el hotel pude ver el final del partido, aunque en una cadena alemana, !!cachis¡¡. Mira que estuve buscando y no lo encontré, pues al día siguiente me dijeron que también lo echaron en una francesa.
Esa noche, a diferencia de la anterior no tuve acidez incluso cuando había comido más cantidad, creo yo. Y es que el hecho de cenar a las 19:00 tiene también sus ventajas :-D.
Un saludo, Domingo.
domingo, junio 03, 2007
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