Zurich VI

Bueno, por fin llegó el último día de estancia en Zurich. Me levanté algo más temprano de lo habitual y tras ver por última vez (en el viaje, espero) TV5 monde, me reuní en la recepción del hotel con mis compañeros. Allí dejamos las maletas en el sitio destinado a tal efecto pues teníamos decidido volver después del curso y pedir un taxi para cinco desde el hotel que pensábamos que sería más sencillo. Todo fue muy rápido puesto que, previsoramente, ya habíamos hecho el check-out la noche anterior nada más volver de Zurich.

Cogimos de nuevo el tren y pagamos de nuevo nuestro viaje de "ida y vuelta" 2kl aunque no recuerdo si ya habíamos deducido que 2kl era segunda clase. Quizás fue ahí, quizás fue después de subir al tren. Llegamos al centro de IBM y asistimos al que sería nuestro último desayuno ... mejor dicho, mega-desayuno de la semana. Yo tomé por enésima vez tres vasos de zumo y tres croissants.

A continuación empezaron las "charlas" de cierre del curso, charlas unas más interesantes que otras que sirvieron entre otras cosas para demostrar que los peces gordos no hace falta que se preparen las presentaciones :-). En medio de la charla más pesada, nos comunican que fuera tenemos el cocktail-almuerzo frío a base de bocatas de estilo "raro", diferentes bebidas y algún que otro pastel. Yo me comí un par de bocatas y la mitad de un tercero. Los dos primeros estaban buenos, el tercero, a base de huevo cocido y mayonesa estaba ... raro, no estaba malo pero sí raro.

Volvimos a la reunión después de haber comido rápido y aguantamos las últimas presentaciones o teníamos intención porque se fueron prolongando en el tiempo y al final tuvimos que dejar una a medias. Salimos para el hotel en nuestro último viaje "gratis" (creo que ya dije que el 50% de los viajes en tren que he hecho en Suiza han sido gratis) y en nada estábamos de nuevo allí. Sacamos el equipaje, pedimos un taxi y ... rumbo al aeropuerto.

De nuevo fui designado copiloto, según parece por mi dominio de idiomas. Yo sigo creyendo que uno de los que iba con nosotros en realidad debía saber más alemán que yo pero bueno, me limité a decirle a la conductora, una kurda de Turquía afincada en Suiza y que hablaba alemán y un poquito de italiano "wir sind Spanien" y "Ich sprache Deutsch nich". Es decir, "somos españoles" y "no hablo alemán". A pesar de todo ella me dijo en italiano que me entendía un poquito y también me dijo en alemán que la mujer (frau) de su hermano (bruder) hablaba español. Afortunadamente no dijo nada más porque no hubiera podido entenderla :-D. De hecho me costó trabajo (aunque tampoco mucho) que me hiciera la factura por el importe que señalaba el taxímetro más la propina.

Y llegamos al aeropuerto de Zurich, bonito, coqueto y acogedor. Sobre todo si lo comparamos con algunas de las instantáneas que luego pudimos tomar en Barajas. Allí estuvimos un par de horas o así, fundimos los últimos francos suizos y los convertimos en ... chocolate, evidentemente. Con las alforjas repletas procedimos a buscar nuestra puerta de embarque y una vez allí, un tío, perdón, un agente del orden me hizo lo que nunca me habían hecho ... buahh!!!!!!

Bueno, tampoco fue para tanto. El detector de metales pitó y el tío, perdón el agente del orden aprovechó para meterme mano. El resultado fue que esa noche soñaría conmigo y que mi cinturón y mis zapatos dieron positivo en hierro o similar. Además también vieron algo raro en la bolsa del portátil y me hicieron abrirla. Cuál no sería su sorpresa a ver que el objeto alargado que habían visto no era sino ... ¡¡¡¡una barra de chocolate!!!!.

Y poco más tarde ya estábamos esperando en la puerta de embarque. Al rato una azafata joven con nombre impronunciable y un acento español impecable nos revisó DNIs y/o pasaportes y entramos al avión destino a Madrid.

Llegamos a Madrid-Barajas sin contratiempo pero ... nos faltaba lo peor, evidentemente. En primer lugar pasamos por una zona que debe estar en reconstrucción y, si bien no era la T4, parecía que allí también habían puesto una bomba. Pedí permiso para fotografiar aquel desaguisado y otros defensores de la ley y el orden me lo concedieron a condición de que ellos no salieran (sí, en eso mismo estaba pensando yo).

Cogimos el autobús de conexión a la nueva terminal y, nada más llegar, nos encontramos con que el avión de SpanAir que salía antes que el nuestro, pero que no era el nuestro, tenía retraso, mucho retraso. Vimos un montón de personas aglomeradas en el stand de SpanAir indignadas e indignándose y nosotros fuimos a nuestra puerta de embarque a ver. Pronto comprendimos que nuestro avión también se retrasaría y sólo esperábamos que no tuviéramos que pasar la noche allí. Dimos alguna que otra vuelta, preguntamos en el stand de SpanAir etc y simplemente nos dijeron que tenían que llegar un avión y una tripulación de Málaga y Valencia respectivamente y ésos serían los nuestros. Mientras esperábamos, nos vimos un capitulito de MacGyver en unos de los portátiles y al menos así pasamos el rato. Además era un capítulo resumen en el que MacGyver va recordando diferentes cosas que hacía. Yo ya lo había visto pero, no deja de ser MacGyver :-D.

Y finalmente sobre las 10 y pico embarcamos y casi a las 11 según creo, salimos con destino a Málaga. Un ratillo después ya estábamos en Málaga esperando a que salieran las maletas que ... para variar, no salían. Ahí estuve perspicaz y les dije que lo mismo salían en la cinta del final puesto que Suiza no pertenecía a la Unión Europea y ... casi acierto. En realidad sí tenían que salir por ahí pero la cinta estaba estropeada así que las cargaron en otra cinta. Esta vez los señores de la Benemérita que tres años atrás querían registrar mi equipaje procedente de Chicago, no pusieron pega alguna, todo lo contrario y tras recoger nuestro equipaje salimos con dirección a casa.

Yo estaba dispuesto a coger un taxi pero al final no pude. Un compañero al que fueron a recoger insistió en que fuera con ellos y yo realmente soy malo para negarme. Gracias a ellos, sobre la 1 de la mañana estaba ya en mi casa, muerto ... pero en casa :-D. Tras pasar un tiempo sacando todas las cosas, ordenando etc, me acosté a casi las 3 de la mañana y horas más tarde, a las 9 de la mañana, me levanté para asistir al partido de los sábados tal y como había prometido :-D.

Y aquí se acaba la historia ;-).

Un saludo, Domingo.